sábado, 17 de mayo de 2014

REFLEXION SOBRE ETICA Y VALORES



REFLEXION SOBRE ETICA Y VALORES


Por: Miguel Hernán Santana Urrego


El pensar y el obrar bien consiste: o en conocer la verdad o en dirigir el entendimiento por el camino que conduce a ella.

La verdad es la realidad de las cosas. Cuando las conocemos como son en sí, alcanzamos la verdad; de otra suerte, caemos en error. Conociendo  que hay Dios conocemos una verdad, porque realmente Dios existe; conociendo que la verdad de las estaciones depende del sol, conocemos una verdad, porque, en efecto, es así; conociendo que el respeto a los padres, la obediencia a las leyes, la buena fé en los contratos, la fidelidad con los amigos, la responsabilidad con el trabajo, son virtudes, conocemos la verdad; así caeríamos en error pensando que la perfidia, la ingratitud, la injusticia, la destemplanza, son cosas buenas y laudables.

Si deseamos pensar bien, hemos de procurar conocer la verdad, es decir la realidad de las cosas.

El perfecto conocimiento de las cosas en el orden científico forma los verdaderos sabios, en el orden practico, para el arreglo de la conducta de los asuntos de la vida, forma los prudentes; en el manejo de los negocios del Estado, forma los grandes políticos; y en todas las profesiones es cada cual más o menos aventajado, a proporción del mayor o menor conocimiento de los objetos que trata o maneja. Pero este conocimiento ha de ser practico, ha de abrazar también los pormenores de la ejecución, que son pequeñas verdades, si se quiere lograr el objeto. Estas pequeñas verdades son muchas en todas las profesiones.

Para comprobar lo anterior, basta analizar los oficios más sencillos.

¿Cuál será pues, el mejor agricultor?. El que mejor conozca las cualidades de los terrenos, clima, simientes y plantas; el que sepa cuales son los mejores métodos e instrumentos de labranza y que mejor acierte en la oportunidad de emplearlos; en una palabra: el que más conozca los medios para hacer que la tierra produzca, con bajos costos, mucho, pronto y bueno. El mejor agricultor será, pues, el que conozca más verdades relativas a la practica de su profesión. 

¿Cuál es el mejor carpintero?. El que mejor conoce la naturaleza y cualidades de la madera, el modo particular de trabajarlas y el arte de disponerlas del modo más adaptado al uso que se destinan. Es decir, que el mejor carpintero será aquel que sabe más verdades sobre el arte.

Si la ética se define como la parte de la filosofía que mira el valor de la conducta humana: no al “hacer”, si no al “obrar”, entonces podemos concluir que la ética profesional se refiere a la conducta que presentan en sus actos profesionales las personas de las diferentes disciplinas del conocimiento del arte.

Todo arte y toda investigación científica, lo mismo que toda acción y elección parecen tender a algún bien; y por ello definieron con toda pulcritud el bien los que dijeron ser aquello a que todas las cosas aspiran.

Hay cierta diferencia en los fines de las artes y las ciencias pues en algunos casos son meras acciones, en tanto en otras cosas, además de la acción queda un producto. Y en las artes cuyo fin, es más a largo plazo, el producto es más valioso que la acción.

Siendo tantas las artes y las ciencias y por tanto las acciones, mucho será por consiguiente los fines. Así, el fin de la medicina es la salud; el de la construcción naval, el navío; el de la estrategia, la victoria, y el de la ciencia económica la riqueza.

La ética va muy ligada a los valores, que son esencias dadas inmediata e intuitivamente en los sentimientos. Son hechos o realidades ofrecidas por si mismas, sin deducción ni raciocinio alguno, a la intuición de los sentimientos espirituales.

Los valores tiene un orden, según el individuo. A este lo influencia la crianza, el medio en que se desarrolle, las costumbres, la religión, la política, entre otros aspectos.

La persona es pues, el lugar donde nacen los valores: El hombre en cuanto hombre, se decir en cuanto ser espiritual o persona, es el lugar y es la ocasión de surgir de los valores sentimentalmente perceptibles.

Los valores son dados en escala: Inferiores y Superiores.

Los valores inferiores son fugaces, por ejemplo, -el placer-.

Además, precisamente por ser materiales e inscribirse en la materia, son divisibles. Por ejemplo: El placer del gusto. En cambio, los valores superiores del espíritu, son permanentes y gustan cada vez más. Además son indivisibles. Piense en la satisfacción por un atardecer en el mar, o en un paisaje hermoso, o en la satisfacción de cumplir con la justicia, o con el deber, o con el prójimo.


BIBLIOGRAFÍA.
           
DERISI OCTAVIO: Max Scheler: Ética Material de los Valores

GOMEZ R. ANTONIO: Aristóteles: Ética Nicomaquea

BALMES JAIME: El Criterio.



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